lunes, 21 de mayo de 2012

Mi año nuevo personal

Siempre digo que cuando uno está de cumpleaños, ese día, nuestro día, es como si fuese nuestro año nuevo personal.  Un día para pasarla de la mejor manera posible, rodearse (física y virtualmente) sólo de personas importantes para uno, ser feliz y aprovechar para marcar nuevas metas, planes y propósitos para seguir adelante.
Hace un par de sábados fue mi 37º cumpleaños.  Desde un mes antes (como cada año) ya estaba pensando como celebrarlo, qué, cómo, dónde?  Tenía tantas ideas, tantos planes, tantas cosas que quería hacer.  Poco a poco fui viendo con quienes podía contar para celebrar y las ideas se fueron centrando un poco.  Los que me conocen ya saben que me gusta mucho celebrar mi cumpleaños, me gusta además celebrarlo como fiesta patronal o como siempre digo “como santa de pueblo” o sea celebrarlo el mayor tiempo posible.  Es que ¡es mi día!  Es el día que hago un recuento del año anterior, las muchas o pocas cosas que he logrado y conseguido con esfuerzo y plantearme planes para el futuro.  Porque, estas cosas hay que celebrarlas.  Las cosas buenas hay que celebrarlas porque no ha sido gratis, ha costado mucho esfuerzo, lágrimas, noches sin dormir y días felices.  Si miro hacia atrás y veo lo aprendido, ya he ganado mucho y tengo que también que agradecer y celebrar.  Luego y por otro lado, tengo que hacer nuevos planteamientos para el futuro.  Para el futuro a corto, mediano y largo plazo.
Una vez me dijeron que siempre tenemos que tener planes y proyectos.  Que el día que ya no tengamos planes y metas es como si fuese el fin de nuestra vida.  Es decir, que mientras tengamos proyectos y metas, estamos vivos.  No es bueno para las personas, ni para la mente ni el corazón no tener proyectos por los cuales luchar y esforzarse.  Soy consciente que no todos los planes y proyectos se pueden hacer realidad.  Algunos son más que proyectos, a veces son sueños y como tales, a veces son difíciles de alcanzar, pero no está demás plantearlos y replantearlos de vez en cuando para intentar conseguirlos y hacerlos realidad.  Durante esta etapa, en la que nos esforzamos por hacer nuestros sueños realidad, vivimos de la ilusión y eso también es parte de la felicidad, de la búsqueda de la felicidad.
Alguna vez les conté de una carta astral que me hicieron hace muchísimos años. Verdad o no, estuvo interesante, coincidían muchas cosas, pero la vida se gana con esfuerzo y lucha.  El tema era que me habían explicado de los ciclos de mi vida.  Es decir, que hay unos años que son buenos donde puedo lograr las metas que me proponga, que las cosas fluyen de manera natural y sin mayores problemas.  Los proyectos se van consolidando, es como una etapa de cosecha.  Luego vienen unos años regulares, ni tan fáciles ni malos, pero vamos avanzando.  Algunos planes se concluyen bien, otros con algún grado de dificultad y otros se van quedando pendientes.  Y luego viene una temporada donde todo cuesta más.  Parece que nada nos sale como queremos o esperamos, muchas cosas se nos van quedando, a pesar del esfuerzo, es una etapa de mucho más esfuerzo.
Sacando la cuenta y visto lo visto he llegado a la conclusión que ahora estoy en esa etapa donde todo parece un poco más fácil y sobre todo que las cosas que pasan son buenas.  He entendido que este año es parte de esa etapa donde las cosas fluyen más ligeras.  No quiero decir que estoy viviendo una etapa de relax y maravillas.  Ya saben en que anda mi mente.  Aunque le he dado vacaciones al stress, pero no me hace mucho caso, y sigo con muchas cosas en la cabeza, pero estoy segura hay muchas cosas que valorar y agradecer ahora mismo que con tantas ideas en la cabeza a veces no las vea.  Pero también sé que es un momento o etapa que tenemos que afianzar nuestro futuro o por lo menos buscar un futuro con oportunidades.
Así que en esta etapa, aunque las cosas a veces no suceden de la forma que yo quisiera o esperaba, estoy segura que la vida irá a mejor.  Como toda etapa de la vida tenemos mucho que aprender, aprovechar cada experiencia para enriquecernos, aprender y crecer como personas.  Este año va siendo un curso intensivo.
Sigo replanteando mis metas para mi nuevo año personal, agradeciendo lo conseguido y disfrutando de lo que tengo.