domingo, 29 de enero de 2012

Quiero ser hippie

Sí! Decidido! Quiero ser hippie!  Quiero vivir en algún pueblo remoto, en una casita de piedra y madera con una chimenea, tener un ritmo de vida tranquilo y relajado, disfrutar de la vida, de mis hijos, de mi familia.  Vivir en armonía con la naturaleza, cocinar comida saludable para mí y los míos, hacer yo misma los postres y mermeladas.  Quizá hasta tener mi pequeño huertito y cultivar mis verduras de temporada para la comida de cada día o para cambiar con los vecinos.
Quisiera poder desaprender a vivir de esta manera porque sería la única forma de poder cambiar de vida sin extrañar las comodidades de estar otra vida.  Tendría que desaprender la necesidad con la que he crecido, que es necesario el dinero para vivir bien, sin mal interpretar que sea “sólo por dinero” sino me refiero al dinero aquel que se necesita cada mes para poder pagar las facturas.  Quiero trabajar, no es que quiera dejar de hacerlo y pienso que tampoco podría vivir sin trabajar, ni mi mente ni mi economía podrían sobrellevarlo, pero anhelo más de la vida.  Que las preocupaciones no sean el dinero que falta para llegar a fin de mes, para pagar facturas o para pagar un piso hipotecando mi vida y mis sueños por los próximos 30 ó 40 años.  Aunque igual y conociéndome, ya tendré cosas de que preocuparme o quizá hasta en las mismas.  Yo no sé.  Sólo sé que la vida, realmente, no es tan fácil, pero tampoco está mal intentar vivirla de la mejor manera posible.
En la televisión hay un programa que cuenta historias de personas que un día decidieron dejar una vida acomodada en las grandes ciudades y cambiar de yendo a algún pueblo y empezar otra vez una nueva etapa.  Está claro que los casos se que ven son de personas que están muy felices y no se arrepienten de haberlo hecho.  Hay de todo, no? 
También están las personas, a las que podríamos llamar hippies, siempre desde el respeto, por denominarlas de alguna manera.  Yo no quiero ser de esas personas que viven de una manera tan desligada de lo material, además no sé como lo hacen.  He aprendido a tener metas y planes a futuro y esforzarme por conseguirlos.  Entonces pienso que no podría vivir tan desligada de lo material, porque significaría que no tendría metas materiales (además de las espirituales que en esta publicación no estamos analizando).  Es que eso es, no sé como lo hacen, casi no lo puedo imaginar mi vida sin plantearme mejoras y sin saber qué pasará mañana.  Desde fuera todo se ve tan diferente a la realidad.  ¿Qué necesidades económicas tienen? ¿Las cubren? ¿Cómo lo hacen?  A veces pienso que logran vivir sin preocupaciones, al no tener un trabajo-trabajo fichando 8 horas al día, aunque igual muchas veces metan más de 8 horas al día, tienen otra forma de ganar el dinero necesario para vivir, para estar tranquilos a su ritmo y estilo, pero lo dicho, realmente no sé como lo hacen.  Muchas veces tienen hijos y enseñan y transmiten esos mismos valores, pero no sé como lo hacen.  Yo no dejo de pensar en el mañana, viviendo el presente, intentando hacerlo lo mejor posible hoy para que el mañana sea mejor.
Parte de mi preocupación es ver que a mis hijos no les falte nada.  Ya sé que muchas veces les damos a nuestros hijos más de lo que ellos realmente necesitan para desarrollarse, para estar estimulados, para estar bien y ser felices.  Pero queremos y necesitamos sentir seguridad para transmitir seguridad.
Pero y ¿es que sólo el dinero nos da la seguridad?  Tiene que haber alguna otra manera de vivir sintiéndonos seguros sin tener que preocuparnos tanto por el dinero, el trabajo, el desempleo, el paro, la crisis, los políticos y tantas cosas secundarias que nos afectan tanto nuestro día a día.
Es verdad que me gustaría hacer algunos cambios, pero la verdad es que tampoco conozco otra forma de vivir y como no la conozco, tal vez estoy idealizando mi sueño e idea pensando que será mejor que esta vida.
Tengo tantas ideas, que son sueños, del tipo de vida que quisiera para mí y mi familia.  Pero la imagen que tengo de una vida en un pueblo lejano, tranquilo ¿existe en realidad?  Sería capaz de aguantar una vida así?  Es que tampoco sé cómo es “así”.  Porque igual tendría que seguir pagando facturas, el agua, la luz, el internet, los móviles, la calefacción, porque claro, irme a un lugar más tranquilo no significa no tener comodidades.
En fin, seguiré con mis sueños, porque así es la vida, llena de sueños e ideas, algunas veces tenemos el valor suficiente y las hacemos realidad, otra veces sólo seguimos soñando con ellas, esperando que algún día les toque su turno o pertenezcan a nuestra larga lista de sueños pendientes de cumplir.