viernes, 26 de agosto de 2011

De regreso a casa

Como algunas –muchas- personas saben, ahora estamos de regreso en casa, luego de haber pasado tres semanas en Lima.  Perdón a las personas que no avisé, a las que no pude ver, a las que no contacté.
El motivo de viaje no fueron vacaciones o disfrute, ni tampoco fue planificado.  Hace un par de meses recibimos una noticia muy difícil y dura de aceptar y asimilar.  Problemas de salud en la familia.  Luego de analizar mucho, intentando encontrar el equilibrio entre la sensatez y el sentimiento y gracias al apoyo de algunas personas, logramos viajar, aprovechando los días de vacaciones de verano de todos nosotros.
Tenía tantas ideas en la cabeza antes de viajar.  Pensamientos y sensaciones que no tenía muy claro como iba a manejar o controlar.  La última vez que fuimos a Perú fue en 2008 y me había despedido de algunas personas pensando que quizá no tendría la oportunidad de verlas otra vez.  Pensaba que era probable, que por su edad la vida no me daría esa oportunidad otra vez de verlos y abrazarlos otra vez.
Tengo que agradecer a Dios, a la vida porque he tenido la oportunidad de abrazar y disfrutar de muchísimas personas a las que quiero mucho y son importantes en mi vida.
Esta vez me quedé pensando que cada día nos despedimos de mucha gente, de muchas personas que son parte de nuestra vida, en determinados momentos tienen una influencia o participación más intensa que en otras etapas, pero finalmente son parte de nuestra vida.  No tiene que ver con la edad ni nada la posibilidad de que sea la última vez que la veamos.
Durante este viaje, a pesar del motivo principal que he comentado líneas arriba, he podido aprovechar y disfrutar de mi familia y algunos  amigos.  Personas que, como les digo, son parte de mi.  La pena es que una quisiera poder disponer de más tiempo, que los días tengan más de 24 horas para poder ver y disfrutar de todos por más tiempo.  Pero ya sabemos, en vacaciones los días se pasan más rápido.
He regresado a casa cargada de energías positivas.  He compartido momentos con mis abuelos, hermanos, cuñadas, sobrinos, tíos, primos, suegros, suegras, cuñados, etc., etc., etc. y más personas que me han hecho sentir a gusto, feliz.  He sentido el cariño y espero todos ellos hayan sentido lo mismo por mi parte.
Gracias a todos por hacer que estos días en Lima sean inolvidables.
Espero que pronto nos puedan venir a visitarnos y compartir con nosotros un poco de nuestra nueva (vieja) vida en España.

lunes, 1 de agosto de 2011

Sensaciones

Sensaciones, sentimientos encontrados entre alegría, satisfacción, tristeza, esperanza, incertidumbre, impotencia y tantas otras cosas más que ahora mismo siento y no puedo expresar.

Hay tantas cosas que quiero hacer y otras tantas que debo hacer.  Los días se pasan volando y aunque van cundiendo o rindiendo, finalmente siempre llega la noche para hacer el balance de lo hecho, de lo pendiente, de lo que es superficial y puede seguir esperando y de lo que es urgente y “de mañana no pasa”.
Quiero acostarme y sentir completa satisfacción con todo y con todos sin pensar en que dejé a alguien colgado (sin querer) o de las cosas que se quedaron por hacer.
Los días siguen pasando y las sensaciones van cambiando.  Vamos pasando de la incertidumbre a la claridad, de lo confuso a la verdad.  Ahora sabemos mejor que es lo que hay en realidad, cual es la “verdad verdadera”.  Desde ese punto partimos y pensamos que podría ser lo mejor, plantearlo, prepararlo, organizarlo y esperar que todo salga de la mejor manera posible.

La lucha entre sensatez vs. sentimiento no pasa, no termina.  Es la lucha diaria para recordar que siempre hay más cosas que podemos hacer, más cosas que podemos lograr a base de esfuerzo y buenas intensiones.  Cada día es un nuevo reto para ser mejores personas.

Por otro lado, estos días también he saboreado sentimientos confusos.  Muchas veces basados en prejuicios o primeras impresiones, por ver a las personas sólo desde una perspectiva cuando ahora todo es, por lo menos en 3D.  Falta tanto por ver, tanto por conocer, tanto por hacer.

Seguimos avanzando cada día, conociendo mejor a “nuestra gente” a aquellas personas que hacen felices a las personas que queremos, nuestra familia, nuestros amigos, que finalmente es lo que cuenta.
Ver feliz a las personas que quieres es la mejor satisfacción del mundo.

Estos días son emocionalmente intensos.  Espero que sigan así y sobre todo con respuestas positivas, así seguiremos avanzando con más fuerza.