jueves, 13 de agosto de 2015

Haciendo nada


Ahora que estamos en periodo vacacional, durante el verano europeo, tenemos que buscar la mejor manera de disfrutar al máximo de tanto tiempo libre.  Los días antes de empezar las vacaciones hacemos listas mentales (y algunos por escrito) de todo lo que quieren hacer durante esos días o semanas.  Estoy segura que la mayoría pone en las primeras posiciones de la lista: dormir hasta tarde, descansar y “hacer nada”.

Pero, ¿qué es exactamente hacer nada?  Es un poco contradictorio eso de “hacer” y “nada”, ¿no?  Pero bueno, yo lo intento.  Para empezar a hacer nada, cierro los ojos, ¡no! no voy a dormir, eso no sería hacer nada, sólo lo hago para evitar distraerme con las cosas que están alrededor mio.  Me concentro otra vez en hacer nada.  Cierro los ojos una y otra vez, porque los voy abriendo mientras pienso que los tenía que mantener cerrados.  Otra vez, descanso la mirada, pero ¿cómo puedo descansar la mente?  ¿Eso cómo se hace?  ¿Cuál es el botón para apagar la mente?


Cierro los ojos otra vez, pero mi mente empieza a trabajar (más) y a toda prisa, como si se vaya a acabar el tiempo.  Comienzo con la lista de la compra, la cena de hoy, las cosas que tengo que hacer más tarde y cosas así.  Pero eso no es hacer nada, ya estoy haciendo algo.
Entonces, doy un giro a esta situación en mi incansable búsqueda de hacer nada y pienso, ¿qué haces cuando haces nada?  Una de mis primeras conclusiones fue que para mí hacer nada es imposible.  Simplemente porque si estoy haciendo algo, ya no estoy haciendo nada.  Eso como concepto básico, pero también como el aprovechamiento de mi tiempo.  Mientras estaba en la playa haciendo mi propia versión de nada, mirando el mar, a la vez que unos sudokus y algo más, pensaba en el significado real de hacer nada.  No tenía respuesta, simplemente que es imposible.

Para seguir con mi investigación, pregunté a mi hijo y esposo que significa para ellos hacer nada.  Según mi hijo, es una pérdida de tiempo, un desperdicio.  Ante mi insistencia, continuó diciendo que cuando él responde que está haciendo nada, en realidad ve la televisión, está con móvil o delante del ordenador viendo algún video.  Es decir, en conclusión, así como para mí, para él hacer nada es imposible, pero podría significar pasar el rato.  En otro momento y por separado para evitar que puedan influenciar el uno al otro con sus respuestas y comentarios, pregunté a mi esposo lo mismo.  Él me dijo que hacer nada para él es hacer algo que le gusta, como ver documentales o alguna película.  Podríamos decir entonces que su interpretación de hacer nada sería hacer algo para él, aprovechar el tiempo en cosas que le gusten.



Ya pasamos la mitad de las vacaciones, he aprovechado para hacer nada.  He dormido cuando tenía sueño, me he despertado sin despertador, salvo un par de días que he puesto el despertador cuando tenía que hacer algo a medio día (por primera vez en mi vida), cocinar sin mirar el reloj y comer cuando está listo y tenemos hambre.  Después de mucho tiempo han sido unas vacaciones sin reloj, en las que el tiempo se ha detenido o avanza a un ritmo muy lento.



Y, ¿qué es para ti hacer nada?  ¿Lo disfrutas?  ¡Seguro que sí!