jueves, 22 de diciembre de 2011

Tiempo de Navidad

Van pasando los días y sigo sin poder elegir la foto ni la  frase para nuestro saludo de Navidad.  Pero ¿Por qué este año se hace tan difícil?
Hoy por la mañana en el camino al trabajo iba escuchando la radio y hablan del stress navideño, las reuniones familiares y tantas cosas alrededor de lo que es en sí la propia festividad.  Básicamente hablaban en general, de las cenas con colegas del trabajo, reunión de amigos.  Es gracioso que tienes tus amigos todos los días del año, pero los últimos días de diciembre quieres verte con todos, reunirte, salir a comer o de copas como si no hubiera un mañana, como si no hubiera otra oportunidad después de la Navidad para poder reunirte y pasarla bien.
Luego comentaban también sobre la cena de Noche Buena y la comida de Navidad y decían un poco en tono de broma “hay dos formas de pasar la Navidad… bien o en familia”.  Comentaban sobre las reuniones familiares en las que compartes la mesa con personas, a veces extrañas, a las que sólo las ves un par de veces al año o quizá con otras personas con las que no te lleves bien y claro decían que considerando los momentos de cada uno, más el stress propio de esos días, no faltan las discusiones y los malos ratos.  Entonces esas grandes reuniones familiares en algunos casos se convierte en una película de terror o suspenso.
Son tantas cosas que influyen en que la Navidad sea una fiesta de alegría.  Podríamos decir que es una presión social o psicológica que nos empuja a ser felices sí o sí a pesar de las preocupaciones del día a día, del stress que nos causa planificar estos días, las compras, los preparativos, tanto, tanto por hacer, tantos deseos por cumplir y a la vez, tanta frustración cuando no podemos conseguir lo que queremos.  Es cierto que muchas veces la frustración es causada principalmente por un tema económico, lo que no podemos tener, hacer.
Además se suma que estamos más sensibles y recordamos de una manera especial a nuestros familiares y amigos que se nos han adelantado y ya no están con nosotros.  Recordamos momentos, escenas, personas, deseamos algún milagro de Navidad y poder compartir con ellos una vez más la noche de Navidad.
Tantas circunstancias para que estos días sean especialmente complicados, pero a la vez, tantas otras cosas para recordar que estamos aquí, que estamos vivos, que no estamos solos, aunque son sintamos un poco de soledad, tenemos muchas personas que están con nosotros.  Nunca olvidaré la Navidad del 2006 en España.  En realidad era nuestra segunda Navidad acá, la primera el año anterior habíamos llegado unas semanas antes.  Pero para el siguiente año ya trabajábamos y conocíamos más gente.  Fue emocionante que para el día 25 tuvimos un par de invitaciones a casa de compañeros para compartir con ellos un poco de su Navidad.
Tenemos que agradecer también por lo que nos cuidan desde el cielo, agradecer que tenemos salud y que nuestras familias están unidas.  Tantas cosas que agradecer y que nos recuerda que podemos ser feliz.
Pasaremos las fiestas de Navidad de la mejor manera.  Recordar que la Navidad es recordar el nacimiento de Jesús, pero bueno si tienes alguna otra creencia, siempre hay tantas cosas que recordar, que celebrar.  Y como decían en la radio hoy por la mañana, puedes pasarla bien o en familia… aunque yo pienso que estos días los pasaremos bien de todas maneras porque simplemente queremos pasarla bien.  Disfrutar de las personas a las que tenemos cerca, de la familia, de los amigos, que muchas veces son tan especiales que son ya nuestra familia.
Agradeceremos por los bebés que están por llegar a nuestras familias, que nos harán más felices a todos y compartiremos esos buenos momentos, de cerca o a la distancia, pero nuestros corazones estarán unidos compartiendo la felicidad.

Estoy segura que voy a pasar la Navidad muy bien, con mucha ilusión viendo la cara de felicidad de mis hijos, porque ya dicen que la Navidad es de y para los niños, además compartiendo con mi familia y algunos buenos amigos.  Sé que también pensaré en lo que no he podido conseguir, pero intentaré valorar más lo que realmente tengo, que finalmente es lo que vale.  Tendré presente a mis hermanos, cuñadas, sobrinos y a toda mi familia, a mis familias políticas que están al otro lado del charco y a mis amigos que están por todo el mundo.  A todos deseo que sean sumamente felices.
También recordaré a los que ya partieron y desde el cielo me cuidan y acompañan.

Les deseo una feliz Navidad y todo lo mejor para el 2012.