¿Cuántas vidas puedes vivir a lo largo de tu vida?
Te cuento cómo lo veo yo.
Tenemos una única vida, eso no lo vamos a discutir, pero yo creo que cada cambio importante, cada etapa relevante es una nueva vida, dentro de nuestra gran vida, sobre todo si tienes que “volver a empezar”, “empezar de cero” o “volver a empezar a pesar de…”. ¿Alguna vez has pensado en la profundidad y peso de estas frases? Mucho, mucho, muchísimo. Ya te lo digo yo, pesan mucho.
Bueno siguiendo con la idea, volver a empezar manteniendo las experiencias, aprendizajes y responsabilidades de las vidas pasadas, es como reiniciar tu vida, porque es un camino que probablemente no lo tenías previsto o pensado y tienes que descubrirlo sin saber muy bien cómo.
Estoy segura que sería más fácil decir “hasta aquí he llegado”, coger tus cosas y como dicen aquí “aquí os quedáis”. Dejas todo decidido a empezar tu nueva vida, desde cero, haciendo un borrón y cuenta nueva, sin mayores responsabilidades, deudas ni compromisos. Debería ser posible empezar todas las veces que sean necesarias, pero sin cargas, con el equipaje ligero. Llegas a ese punto de tu vida y decides conscientemente poner un punto y final a una etapa, empacar tus bragas / calzoncillos, salir por la puerta y hacer hacer un borrón y cuenta nueva y el resto “qué se apañe”. Eso facilita todo, no? Pero, ¿es posible hacerlo así de fácil?
Hace unas semanas comentaba con mi psicóloga y me vas a permitir hacer una pausa y una reivindicación, recalcando la importancia de la salud mental, tanto como la salud física. Si gastas tiempo y dinero para ir al médico cuando te duele algo, al verte una mancha en la piel o un bulto donde sea o cualquier otro síntoma (físico), también tienes que prestar atención a tu salud psíquica y mental, a los cambios y cómo te afectan. Es tan importante el bienestar de tu cuerpo como el de tu mente.
Llevo varios meses yendo a terapia porque necesito que me ayuden a entender mi vida, las cosas que me pasan y aprender a gestionarlas. Además, no sólo se trata de entender, sino de ver qué cambios tengo que hacer en mí para evitar repetir patrones del pasado.
Muchas de las personas que vamos a terapia hemos tomado la decisión de tratar y curar el pasado para tener un futuro mejor.
Ahora, después de mi reivindicación por la salud mental, sigo con la idea que estaba. Le decía a la psicóloga, que cuál es o dónde está el límite entre el punto de tomar la decisión de dejarlo todo y llamarlo “amor propio”, “necesidad de cambio”, “hartazgo”, “derecho a una vida mejor” o lo que sea que se escucha por allí y, por otro lado, egoísmo, falta de compromiso, responsabilidad o abandono.
¿Dónde está esa línea que define una cosa de la otra?
Comentamos y profundizamos mucho en el tema, en los pros, contras desde un lado y desde el otro y al final me dijo que todos tenemos derecho y podemos hacerlo, dejar todo y volver a empezar cuando nos apetezca o sintamos la necesidad, ¡faltaba más, por favor! Sólo tenemos una vida y tenemos que aprovecharla. Pero entre pensarlo y hacerlo, lo que marca la diferencia es cómo lo hacemos. Y lo que nos define, finalmente, son los valores, compromiso y sentimiento de responsabilidad de cada persona.
Volviendo a nuestro tema original, ¿cuántas veces a lo largo de la vida realmente puedes hacer borrón y cuenta nueva? ¿Cuántas veces lo piensas? ¿Cuántas veces decides hacerlo? Y, ¿cuántas veces te toca y no te queda más que hacerlo?
Con todas estas preguntas dando vueltas en mi cabeza, pensé cómo aplicarlas en mi misma. Todas las situaciones que resultaron ser cambios radicales, unas fueron decisiones conscientes de “volver a empezar” y otras simplemente llegaron a mi vida, me la pusieron de cabeza, algunas veces me tocó llorar y otras reir y, en todos los casos, a continuación, seguir adelante.
Voy a enumerar esos puntos de quiebre que me parecen los más relevantes a lo largo de mis 50 años de vida:
Vida 1: 1975 → Nacimiento
Vida 2: 1998 → Matrimonio 1
Vida 2: 2000 → Viudez
Vida 2.1: 2000 → Maternidad 1
Vida 3: 2005 → Matrimonio 2
Vida 3.1: 2005 → Mudanza a España
Vida 3.2: 2009 → Maternidad 2
Vida 4: 2022 → Divorcio
Vida 5: 2025 → Mis 50 años
Entonces, al parecer llevo unas 5 vidas en estos 50 años, de las cuales, mis matrimonios, mis embarazos y el viaje a España han sido decisiones conscientes. Con otro matiz, mi viudez, mi mudanza a España y el divorcio considero que fueron puntos finales, puntos de quiebre, de readaptación y resiliencia, pero el nacimiento de mis hijos, por ejemplo, los considero puntos seguidos, son cambios importantes, pero, a pesar de los cambios que implica, estaba preparada o eso pensaba.
Los que me conocen, saben que siempre digo que el cumpleaños es el año nuevo personal de cada uno. Una oportunidad para revisar los propósitos del año, establecer nuevas metas y objetivos personales. Asi que, como hace un par de semanas he cumplido 50 años, estoy aprovechando la oportunidad para tomar la decisión consciente de volver a empezar. Me tomo ese derecho de vida, no como un borrón y cuenta nueva, porque así tampoco lo puedo hacer, pero sí como una nueva etapa en mi vida, con nuevas metas personales y profesionales, nuevos límites y sobre todo valorando la energía de las personas que me rodean, con la que me relaciono en todas las formas y con las que mantengo un contacto real y verdadero.
Ahora pienso, ¿cuántas vidas más me quedarán por vivir?
Sean las que sean espero que sean algo más tranquilas. Pediría que sean más fáciles, aunque no estoy segura si es la palabra exacta para lo que quiero transmitir. Estas primeras vidas me han resultado algo intensas, drásticas, ahora podría venir una etapa más relajada, con sus subidas y bajadas que si no me aburro, pero ya me entiendes, sin tanto golpe inesperado.
Y, tú, ¿cuántas vidas consideras que has tenido a lo largo de tu vida?
¡Gracias por seguir leyéndome!
Y a todos los que me han escrito preguntando por una siguiente publicación ¡Muchas gracias! No se pueden imaginar la motivación y empuje que siento en sus palabras.