Alguna semana me toca quedarme sola en casa, es decir, mi esposo sale
de viaje unos días por motivos laborales y me quedo con los chicos.
Cuando llega la noche, una de esas que me quedo sola, verifico que
todo esté en orden, apago la luz del salón para ir a dormir y, en ese momento,
tu presencia invisible aparece brillante, translúcida en la oscuridad de la
noche.

Aunque esa sensación algunas veces me da escalofríos, también me
siento acompañada, tranquila y protegida.
Sobre todo en estos momentos creo que mis ángeles están siempre
conmigo.
Y tú, ¿liberas tu mente para saber si alguno de tus ángeles te
acompaña?
Nunca estamos solos, ¡por suerte!