Y sigo con frases y reflexiones, que van surgiendo del
día a día, según lo que toca vivir, en homenaje a las Greguerías de Ramón Gómez
de la Serna, que me siguen inspirando.
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Que
me veas sonreír, no significa que no tenga problemas.
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Tus
hijos son tu propio reflejo. ¿Qué ves?
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Fue
la primera vez que me dije “me rindo, no puedo más” y me puse a llorar.
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No
todo lo que lees por ahí es por ti. Hay
más gente.
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Y
cuando tu vida se resume en una cantidad que hay que repartir.
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Si
piensas en positivo, verás el mundo diferente.
Incluso hasta verás que el sol brilla con más intensidad.
- · He descubierto que el dolor tiene color. En
ese momento que algo te duela mucho, cierra los ojos y lo verás.
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Si
no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada. A veces el silencio es el mejor aliado.
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En
la convivencia tiene que predominar la tolerancia y el respeto.
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Eres
menos profundo que un charco (pillado por ahí de autor anónimo).
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Que
termine haciendo lo que dices, no significa que esté de acuerdo. Es que hoy no me apetece discutir.
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Enférmate
y conocerás la soledad.
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El
dolor saca lo peor de mí.
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No
se trata de estar solo, yo hablo de soledad.
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Si
hoy estoy feliz y no parece que mi situación lo amerite, imagínate lo mal que
estaba antes.
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Lo
he visto con claridad. ¡La envidia es
muy mala!