En algún trabajo que he tenido, del cual guardo muy buenos recuerdos, tuve una jefa que me enseñó mucho, además que me formó profesionalmente, ella tenía mucha sabiduría, de esa que se aprende sólo con el tiempo y con observar la las personas. Había aprendido a adelantarse a lo que iba a pasar. Ante una situación, depende de que personas estén involucradas, ella sabía exactamente lo iba a pasar, cómo iba a reaccionar cada una. Casi nunca se equivocaba.
En alguna conversación o mejor dicho en una de las tantas conversaciones que teníamos, hablábamos del significado de “calidad de gente”. Ese adjetivo que nos define como somos realmente, que por más maquillaje o máscaras que intentemos usar, siempre sale a relucir la calidad de persona que somos, nuestros sentimientos, la posición que tomamos en determinadas cosas, básicamente lo que se define como nuestra forma de ser.
Muchas veces tenemos personas a nuestro alrededor que simplemente está ahí, porque así toca, pero no sabemos nada de ella, de sus planes, de su vida, de ella misma, que tipo de persona es.
Muchas veces he tenido la suerte que cuando me he detenido a mirar dentro de la otra persona, a conocerla y sobre todo a escucharla, me he encontrado con gente que vale muchísimo la pena y es una alegría compartir momentos, conversaciones.
Por otro lado, es triste cuando ante la misma situación, bajas la guardia e intentas conocer a otra persona, dándote a conocer a tú también, te chocas con la dura realidad que hay personas que tienen otra forma de llevar su vida, otra forma de ver y hacer las cosas y que esas personas pues, en definitiva, no son recomendables para mi salud.
“Calidad de gente” era algo que, volviendo al tema inicial, mi jefa siempre decía que hay cosas de una persona que pueden cambiar, cada persona podemos superarnos, ser mejores, pero la calidad de gente no se cambia, se tiene o no se tiene, pero ya no cambia con el tiempo, al contrario, se agudiza.
Siempre pienso que todos podemos ser mejores personas, con lo cual dentro de este concepto creo que todos podemos tener cada día un poco más de calidad en nuestra vida. Es como actuamos, como reaccionamos, que sentimientos tenemos y sobre todo que nos empuja a hacer o no determinadas cosas.
Creo que podemos cambiar y ser cada día mejor, pero para hacerlo, lo primero es hacer un autoanálisis y ser sinceros con nosotros mismos (que ya, si nos mentimos hasta a nosotros mismos que podemos esperar…) y ver que podemos cambiar para ser mejor cada día. Estoy segura que siempre podemos ser mejores y tener calidad de gente.
Muy cierto!!!! Me gustó mucho!
ResponderEliminarY aprovecho para felicitarte por la nueva imagen...está lindo!!!!
Hola Julia
ResponderEliminarComo siempre leo tus escritos, los mismos que nos llevan a reflexionar, en detalle que uno muchas veces no le da importacia, pero en cada etapa de nuestra vida se presentan nuevas experiencias, algunas gratas y otras ingratas provocada por la "calidad de gente"que día a día vamos conociendo.
jvc
Lo que escribes es pura verdad, CALIDAD DE GENTE, es algo que lo tienes o no lo tienes es como uno es. Y si podriamos hacer algo para mejorar y tratar de ser cada dia mejor lamentablemente siempre se nos presentan personas que nos hacen pensar y sufrir.
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