Septiembre, este mes está siendo tan intenso, me
está costando cada día y que parece que tiene más de 30 días, aunque todavía
queda una semana más. ¡Qué largo es
setiembre!
Unos días antes esperaba este mes con mucha ilusión
y esperanza, realmente pensaba que sería un mes de cambios positivos. Tenía algunos temas pendientes de respuesta
que se desarrollarían durante septiembre y estaba segura que de una u otra
manera los resultados serían positivos, como yo quería o creía que necesitaba.
Pues nada, ninguna de las dos respuestas que yo
esperaba fueron como esperaba, sino exactamente, todo lo contrario.
Luego que pasaron los sentimientos de desilusión y
frustración, me quedé con una sensación de, no perdí nada, todo sigue
igual. Con lo cual empiezan a aparecer
mis miedos y temores por el futuro. A
pesar que sigo recordando que la ACTITUD es la llave del éxito y lo he
comprobado en persona. Tomé las cosas
diferentes, asumí que hay que cosas que no puedo cambiar, pero si puedo cambiar
yo, en mi interior, para ver las cosas diferentes y afrontar los problemas
desde otras perspectivas.
He sentido que ha llegado el momento de hacer
cambios. Tengo miedo. No sé por dónde empezar, para donde mirar,
hacia qué dirección girar y por donde seguir.
Sólo sé que los cambios son buenos para poder seguir avanzando. Hay momentos en la vida que parece que todo
se detiene, que pesa más arrastra la mochila llena de responsabilidades, metas
y sueños frustrados. Para esos momentos,
pienso que es momento de valorar lo que tenemos, ver lo que necesitamos, lo que
realmente es prioritario y quedarnos
minimalistas.
Es el momento de plantear y replantear el camino y
las metas a las que queremos llegar reinventarnos uno mismo, desde lo más
profundo de nosotros mismos, de nuestra propia intimidad hasta lo más
obvio. Sólo así podremos tomar el rumbo
necesario para seguir adelante.
Sigo creyendo que este año, por duro que se vea, a
pesar de la incertidumbre, dolor, stress, contracturas y migrañas será
positivo, porque seguiré avanzando con mi familia. Ahora estoy avanzando más lento de lo que me
hubiera gustado o es que quizá siento que el tiempo está pasando más rápido de
lo que ahora necesito y por lo tanto puedo controlar.
Es necesario parar para tomar aire cuando sentimos
que el cansancio nos va ganando. Tomar
aire para no pensar en nada, aunque seguimos pensando en todo.
Esta semana iba en el coche, rumbo al trabajo,
orando pidiendo una señal, pero una señal para tontos, es decir ver con
claridad que tengo que hacer. Cuando
termino escucho por la radio “Y ahora los dejamos con la canción RELAX, para
que estén tranquilos y disfruten”. Sólo
me podía reir y aceptar que quizá era la respuesta inmediata que esperaba. Estar tranquila y seguir teniendo FE que
vendrá lo adecuado en el mejor momento.
Pero, claro, luego pienso, ¿Y yo qué tengo que
hacer? ¿Sentarme y esperar que las cosas
pasen? O tengo que hacer algo por mi
misma para avanzar y ser consciente que mi futuro depende de mí ahora, de lo
que haga hoy, de mi esfuerzo de hoy.
No tengo el carácter para sentarme y ver pasar cada
día hasta que me caigan las cosas del cielo.
No puedo. Como canta la frase “a
Dios rogando y con el mazo dando”. Tengo
la responsabilidad de luchar cada día para cumplir con mis propias
responsabilidades, ante mí misma y mi familia, que tengo que esforzarme cada
día por intentar alcanzar mis metas y lograr cumplir algunos de mis
sueños. Ya luego acepto con fe lo que
viene.
Hace unos días pensaba que algunas decisiones del
pasado no fueron las adecuadas. Y esa
suerte que tengo yo de tener muy buenas amigas con la inspiración divina para
decirte justo lo adecuado, me dijo: “Pero recuerda no hay decisiones equivocadas…
salir de tu esquema y abrirte, por lo
tanto fue adecuado. Que ahora tengas que
tomar otro camino, eso es vivir. Espero
que todo salga bien. Pero decidas lo que decidas, hagas lo que hagas, suceda lo
que suceda, al final todo será como tuvo que ser y va a ser adecuado. Ahora depende de ti, de aceptarlo”.
Ahora tengo más claro que nunca que mucho influye la
actitud con la que tomamos las cosas, acepto también que sólo me tengo que
angustiar por lo que yo puedo cambiar.
Pero también me he dado cuenta que si veo el problema desde otra
perspectiva, hay otras cosas que sí se pueden hacer.
La vida es un constante mirar hacia adelante, tirar
del carro lleno de metas e ilusiones y tener la mejor ante la vida y las
dificultades, siempre con la voluntad, responsabilidad y decisión de ser cada
día mejor y querer lo mejor para uno mismo y para su familia.
Es muy importante, tener siempre una actitud positiva, y luchar para conseguir nuestras ilusiones, y sobre todo tener tranquilidad del alma para poder lograrlos.Es muy importante tu último párrafo
ResponderEliminarTe felicito por tu blog, cada vez esta más interesante
jvc
La actitud, lo es todo!!! A veces, pasamos por situaciones que nos lastiman, y nos da miedo; y en esos momentos, por muy dificil que parezca, si creemos en que las cosas pasan por algo, aunque no los sepamos inmediatamente..si tenemos fé..podremos recuperar la fuerza, sabiendo que nada dura para siempre, ni siquiera los malos ratos.
ResponderEliminarTu blog esta super!