Antes, qué fácil veía la vida. Cuando era pequeña y todavía estaba en el colegio, la vida adulta parecía tan fácil, tan fácil que todo fluía por los cauces correctos y adecuados sin mayor esfuerzo aparente. Recuerdo que cuando estaba en primaria con unos 10 años, veía a las que ya terminaban el colegio, con 17 años, tan adultas, tan preparadas para salir a la vida, al mundo real. Pero cuando me tocó a mí salir del colegio me sentía tan pequeña, tan temerosa de salir al mundo y empezar una nueva etapa. Pero con esa edad veía a las personas de unos 30 años tan adultas, tan maduras, tan sabedoras de lo que tenían que hacer y saber exactamente qué hacer. Y me tocó llegar a los 30 y sentirme aún niña, que todavía me falta mucho por aprender para saber cómo tomar las mejores decisiones, todavía me falta un abrazo y un consejo para saber qué hacer.
Entonces pienso, ¿cuándo llegará el momento o a qué edad sentiré que realmente ya sé qué hacer con mi vida y por lo tanto con la vida de los que dependen de mí? ¿Llegará ese momento? O simplemente un día miraré hacia atrás y veré como han pasado los años y veré también las consecuencias de mis decisiones y tendré que asumirlo.
Tengo la idea que este año es muy importante para el futuro. En general, ya saben que pienso que todo lo que nos pasa, nos pasa por algo bueno y para mejor. Juntando estas dos ideas, y a pesar de cómo se ven las cosas hoy mismo, pienso que este año es muy importante y adecuado para tomar decisiones para los próximos años. Lo que pasa es que me asusta no saber qué hacer o para donde tirar, como dicen por acá. ¿Qué será lo mejor para mí? Y ¿para mi familia? Hay tantas opciones, que por ahora y hasta tener algo más en claro, me reservo mi derecho a la intimidad. No por nada en especial, ni por ninguna superstición, simplemente porque tengo tantas ideas en la cabeza, tantas posibilidades, alternativas, tantos sueños que aún no sé qué camino seguir o que alternativa tomar. Y está claro que una vez que las ideas estén claras, tampoco significa que saldrá todo como uno lo imagina. Es cuando luego de tomar una decisión, la ponemos en práctica y la realidad empieza a afectar de una manera u otra y nos hace seguir con la vida tal cual toca.
Cuando tomamos la decisión de venir a España teníamos varios sueños, metas que al inicio parecía que se iban concretando, con mucho trabajo y esfuerzo. Hoy mismo las cosas han cambiado y finalmente no es como lo planeamos o esperamos. Supongo que, como todo en la vida, algo tenemos que aprender de esta etapa y que nos ayuda a recordar que no podemos quedarnos estancados en la vida, que siempre tenemos que ir reinventándonos para las nuevas situaciones. No sólo reinventarnos como personas, también como trabajadores, padres, pareja. Ver que es lo nuevo que podemos hacer para mejorar y seguir avanzando cada día. Reconozco que hay etapas que avanzamos muy rápido, que todo parece fluir muy fácil y otras es un poco cuesta arriba. Estamos pasando un momento “cuesta arriba” pero como toda cuesta arriba llegará la cima y podremos mirar hacia atrás y valorar el esfuerzo y luego ver con mayor claridad lo que viene delante. Pero para eso necesitamos esforzarnos y tomar las decisiones adecuadas, jugar nuestras mejores cartas y esperar que nuestra buena estrella y Dios nos sigan acompañando guiando en el camino.
¿Cómo saber qué hacer? Es verdad que cuando necesitamos tomar una decisión son muchos los factores que analizamos. Pero como saber realmente si estamos haciendo el análisis correcto, si lo que decidimos dará los resultados que deseamos o necesitamos o será un paso atrás o retroceder o no mejorar como uno espera, desea o necesita. ¡Qué stress! ¡Qué fácil era antes! Qué fácil era preocuparse sólo por sacar buenas notas, tener algún plan con las amigas y poco más. Qué fácil se veía todo hace tantos años cuando pensaba en el futuro y cuántas dudas tengo ahora sin tener del todo claro el presente y menos el futuro.
Todo lo dejo en TUS manos, se nos iluminarás para tomar las mejores decisiones y optar por el mejor camino. AMEN
Eso es la vida: una constante etapa de toma de decisiones y si tomamos la decisión equivocada, siempre sacaremos algo positivo de ello. Estoy segura que todas las decisiones que toman lo hacen con madurez y evaluando muchas cosas.........no tengan miedo pues al final si tienes alguna duda, ponte en manos de ÉL y siempre te guiará a optar por el mejor camino, al menos a nosotros siempre nos ha dado resultado!
ResponderEliminarUn beso
Y eso que escribes al final ya es una decision, cuando te pones en manos divinas ya estas alineandote con ellas y no es tan importante lo que sucede concretamente, sino como lo tomas y que haces con ellos. Se que sacaras lo mejor de cada situacion, ya sea arriba, abajo, a la izquierda o a la derecha.
ResponderEliminarEscribes lindo amiga. Miss you.
Besos,
Erika
creo que cada uno tiene alguna mision en la vida....y asi es a mi tambien me pasa hasta ahora lo mismo que a ti...miro el mundo con ojos de niña inocente pero tengo que afrontarlo como una mujer madura y segura....que dificil..verdad?....un besito para ti
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