Está claro que los hijos nos cambian la vida. Ya lo sabemos de memoria. Y que hay hijos que nos permiten seguir, a pesar de los cambios que exige, con nuestra rutina, más o menos como siempre, pero hay otros hijos que llenan la casa de energía y todo cambia, dejas de ser quien eras y pasas a ser la guardiana de esa pequeña criatura llena de energía.
En la publicación anterior, les conté que el último fin de semana de octubre nos fuimos de paseo, a un lugar muy lindo y tranquilo. Mientras estábamos en la recepción, había una chica que también esperaba, antes que yo, a ser atendida.
Cuando le tocó, se presentó y dio sus datos para que puedan encontrar rápido su reserva y mientras la persona que atendía buscaba, la chica dice “hace muchos años, cuando era soltera, vine un par de veces para hacer caminatas, escalar…”. La persona que atendía le dice: “Sí, en el 2001, viniste por última vez en el 2001”.
Cuando le tocó, se presentó y dio sus datos para que puedan encontrar rápido su reserva y mientras la persona que atendía buscaba, la chica dice “hace muchos años, cuando era soltera, vine un par de veces para hacer caminatas, escalar…”. La persona que atendía le dice: “Sí, en el 2001, viniste por última vez en el 2001”.
A esta chica le cambió la cara dijo, como me ha cambiado la vida. Antes venía en plan soltera, a hacer de todo, excursiones, salidas, pasarla bien y ahora vengo con mi marido, hijo y perro! Cómo me ha cambiado la vida desde el 2001 a esta fecha, lo que tengo ahora. Estoy feliz ahora, pero espero que mi hijo crezca pronto para poder hacer algo de lo que hacía antes, pero hoy por hoy, esto es lo que toca.
Me quedé, claramente, con esa frase en la cabeza. ¡ES LO QUE TOCA! Es lo que pasa cuando decidimos formar una familia, tener hijos y seguir creciendo y madurando. Dejamos de hacer muchas cosas que antes hacíamos. No es que nos estemos arrepentidos de hacerlo, no! Es más, muchas veces ni cuenta nos damos que hemos dejado de hacer cosas de “solteros”, simplemente las hemos dejado de hacer de una manera natural, un cambio natural de prioridades en la vida, pero cuando de pronto nos quedamos quietos y miramos hacia atrás, igual con un poco de nostalgia, es cuando nos damos cuenta de todo lo que ya se no se puede hacer más.
Es lo que toca, ahora me toca ser madre, esposa, sigo siendo, como cuando soltera, mujer trabajadora, eso no me lo quita nadie. Pero han cambiando tantas cosas en mi vida. Extraño algunas, igual por sólo querer poder volver a hacerlas, sentarme en la orilla de la playa en silencio, leyendo un libro y mojándome los pies con la orilla, sólo escuchando el ruido del mar. En cambio ahora tengo todo un “chiringuito” montado en la playa (recordando la última vez que fuimos) y aunque ya no llevo un libro, llevo una revista de chismes, con la esperanza de poder leer un poco o simplemente ojear algo. El silencio de la playa y el ruido del mar, se ha reemplazado por un “mira mami” ó un “cuidado con la ola”. Pero es que esto tampoco lo cambiaría por nada del mundo.
Es lo que toca, cambiar de actividades tranquilas y relajadas los fines de semana, cuando sólo te apetece quedarte en pijama viendo televisión y mal comiendo. Lo que toca es cambiarse, ver algo de comer, en condiciones, y luego salir, dar una vuelta, aunque sea a la manzana para que nuestro hijo descargue un poco toda su alegría y energía.
¡Es lo que toca! Nos toca madurar, ser conscientes que ya no somos YO, que somos nosotros, que todo lo que hacemos tiene una consecuencia rápida y directa. Somos un ejemplo y toca ser el mejor ejemplo posible para nuestros hijos.
Ya vendrán otros tiempos, otras etapas, aunque nunca dejaremos de ser padres de nuestros eternos bebes, ya nos tocará hacer otras cosas. Ahora mismo no tengo claro que quisiera hacer cuando ya no me toque ser tanto madre full time, sí que me gustaría lograr algo más formal con esto de escribir, pero la vida da tantas vueltas que falta demasiado tiempo para llegar a esa nueva etapa de mi vida.
Ahora, lo que toca es ser feliz, disfrutar de mi familia, de mi hijos, de la particular forma de ser que tiene cada uno, agradecer a Dios por la vida que tengo, de las alegrías, tristezas, los buenos momentos y los que nos son tan buenos, de cada cosa, de cada día, de cada sonrisa, beso y abrazo de mis hijos que son los que me transmiten su energía para cada día seguir adelante pensando que será un buen día y cada día mejor que ayer!
ES LO QUE TOCA ¡SER FELIZ!
Hola Julita, es cierto ahora "Es lo que toca", cada momento de nuestras vidas tiene su etapa y hay que cerrarlas en el momento adecuado, lo que nos toca ahora es apapachar a nuestros hijos, engreirlos y darles la orientacion debida para que sean personas de bien, ya estaremos escribiendo mas adelante cuando todo pase, cariños, Fanny
ResponderEliminarLa niñez se va tan pronto... Me parece ayer cuando recibí a mi bebita en mis brazos, cuando la llevé por primera vez al médico chiquitita para su vacuna... Ahora tiene ya 6 años y va al cole y se va haciendo cada vez más independiente. Hay que disfrutar de cada etapa con mucha alegría (así falte la paciencia muchas veces...) porque esos bellos momentos pasan muy rápido. Es lo que toca!
ResponderEliminarUn beso de Pilar desde algún lugar en la "Selva Negra" :-)
exacto... eso nos toca, pero con la conviccion de que es una etapa maravillosa, que uno debe vivir cada dia, dar gracias a Dios por los hijos sanos que tenemos, por el marido que tenemos y por la familia que tenemos.... eso nos toca.... ser agradecidas de lo que vivimos.... un besote July, gracias por "eso"....Dar
ResponderEliminarque lindo July, me encantó! no tengo hijos así q no conozco esa etapa, pero si está claro que cada etapa de la vida toca y hay que vivirla!
ResponderEliminarJuly, me encantó este blog. Eres una inspiración! Besos. Norma
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